Todos nuestros órganos y tejidos corporales están vinculados entre sí mediante la compleja red del sistema nervioso; sus funciones vegetativas y motoras conducen el funcionamiento de todo nuestro organismo. Una falla en sus mecanismos de control o regulación dará origen a un proceso patológico que se conoce como “campos de interferencia” que son las alteraciones de las funciones electromagnéticas de ciertos tejidos, que si no son corregidas a tiempo desencadenarán una enfermedad. La técnica de la esta terapia actúa directamente sobre el foco interferente corrigiendo los bloqueos que actúan afectando a determinados órganos. Este resultado se consigue mediante la inyección subcutánea de microdosis de un medicamento “neural terapéutico” como la procaína. Al ser inyectado en puntos específicos logra restablecer el orden eléctrico perturbado estabilizando el potencial transmembrana y normalizando los impulsos eléctricos hacia el sistema nervioso. La Terapia Neural calma rápidamente el dolor y genera un bienestar instantáneo de los síntomas al actuar sobre la raíz del problema, evitando el uso innecesario de calmantes y otro tipo de fármacos.